IGLESIA DE LOS SANTOS JUANES

La Real Parroquia de los Santos Juanes, también conocida como iglesia de San Juan del Mercado (Església de Sant Joan del Mercat, en valenciano), es una iglesia situada en la ciudad de Valencia, frente a la Lonja de la Seda, y al lado del Mercado Central.La iglesia se titula Real, desde 1858, por decreto de Isabel II que la visitó el 2 de junio del mismo año, como antes hicieron el archiduque Carlos, en 1706, y los reyes de Sicilia, Francisco y su esposa en 1823.

Más adelante, en 1902, lo hizo la Infanta Isabel de Borbón, ex Princesa de Asturias.Está catalogada como Monumento Histórico Artístico Nacional desde el 21 de febrero de 1947.

​De origen gótico valenciano, fue reedificada en los siglos XIV y XVI a causa de los incendios. Será en el siglo XVII y comienzos del siglo XVIII cuando finalmente adquirirá su aspecto definitivo, con una fisonomía barroca. De su antigua estructura de estilo gótico valenciano aún queda la nave y el gran óculo cegado, conocido como la O de Sant Joan, que fue concebido como un gran rosetón en la fachada de los pies.

Su exterior se reformó en 1700.De la fachada que da a la plaza del Mercado destaca la escultura central de la Virgen del Rosario, obra de Jacopo Bertesi. Sobre ella se encuentra la torre del reloj, flanqueada por los dos Santos Juanes y la veleta dispuesta en lo alto de la fachada, conocida como el pájaro de San Juan (pardal de Sant Joan, en valenciano).

Antonio Palomino dejó una huella notable en Valencia. Fue este edificio precisamente el motivo de su llegada a Valencia en 1697. El clero de la parroquia había encargado una nueva decoración después de los incendios sufridos por el edificio. Carlos II envió a su pintor, quien corroboró la impresión de los capellanes, vio el gran espacio que se ponía en sus manos y aceptó el reto. Se eliminó lo hecho y pintó el presbiterio y todas las bóvedas de la iglesia en los últimos años del siglo XVII.El 19 de julio de 1936, durante la guerra civil, fue pasto de las llamas y sus efectos aún perduran.

Actualmente está en plena restauración bajo el patrocinio de Fundación Hortensia Herrero, siendo un monumento importante en la ciudad y lugar de visita de un gran número de turistas.